El hogar es el núcleo de la sociedad y debería ser fuente de seguridad y estabilidad para todos los miembros de la familia. Por esto cuando un ser humano es víctima de violencia familiar las repercusiones se extienden más allá de la paredes de su hogar. La violencia doméstica esta en todos los países y en todas las clases sociales, y es tan antigua que muchos crecen pensando que es normal, pasando por generaciones de padres a hijos.
Es muy probable que una niña que crece viendo o siendo víctima de algún tipo de maltrato por alguno de sus progenitores, tienda a buscar como pareja una persona que reproduzca sus códigos familiares, es decir que se case con un maltratador, y cuando tenga hijos reproduzca la educación que ella recibió continuando con una cadena de maltrato y violencia. Por otro lado los adolescentes que viven en hogares donde se ejerce algún tipo de violencia son asimismo candidatos para reproducir estos códigos más allá de las fronteras del hogar. En el colegio pueden ser víctimas o victimarios de acoso escolar o bullying, así mismo suelen ser candidatos para integrar bandas callejeras, grupos extremistas, barras bravas, etc.
Un niño que crece en un hogar donde se respeta la diferencia, se aceptan sus errores y se le enseña a ser tolerante con los errores ajenos, a empatizar ante las dificultades de sus allegados; una persona que crece en un entorno donde prima el respeto y el dialogo difícilmente caerá en un ciclo de violencia familiar en el futuro, ni tenderá a resolver sus propios problemas de forma violenta.
Cuando la violencia que se vive es psicológica es muy difícil de detectar y más aun de aceptar. En muchos grupos culturales los gritos, las burlas, los insultos o las amenazas son considerados normales y no tienen en cuenta el daño que producen, ni la infelicidad que causan. Si queremos erradicar la violencia en nuestra sociedad debemos empezar por la familias.
Las Caras del Maltrato
La presente tipología se ha realizado teniendo en cuenta el grado de parentesco familiar y en un caso el estado de salud o dependencia de la víctima. Se omiten por razones de espacio otras subcategorías como son los grados culturales, económicos y sociales de las familias con problemas de violencia.
a. Maltrato en la pareja.
a.1. Violencia de género. La más conocida y la que más víctimas se cobra cuando el agresor llega al feminicidio. Penalizado por ley, la sociedad intenta proteger a la víctima y castigar al agresor. Lamentablemente año a año las denuncias continúan creciendo y en los países donde no se denuncia no es por ausencia de maltrato sino porque dicha práctica es común y aceptada como un mal menor
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a.2. Violencia contra el hombre. Que existen hombres que padecen maltrato lo saben ellos y algunos profesionales, ya que este tipo de violencia es invisible, silenciosa y enmascarada. A un hombre le costará más admitir que vive esta realidad por temor a que se rían de él y porque socialmente al hombre se le pide fortaleza y admitir que es víctima es justamente lo contrario. Lo cierto es que cada vez se detectan más casos a pesar de la reticencia que ponen los damnificados a denunciar.
a.3. Violencia entre parejas homosexuales. De todos, este colectivo es el más silenciado y desprotegido. Sin un marco jurídico adecuado que los proteja, con poca o ninguna empatía por parte de los funcionarios encargados de estos temas, con muy pocos profesionales especializados en estos casos y con la misma vergüenza y dolor que tienen todos los agredidos, en el caso de que denunciaran se encontrarían con que su caso se tramitará por vía penal como si fuera una agresión física por parte de un desconocido. Donde no se valorarán sus necesidades de recursos psicológicos, asistenciales y legales.
b. Maltrato infantil.
Según la Organización Mundial de la Salud “aproximadamente un 20 % de las mujeres y un 5 a 10 % de los hombres manifiestan haber sufrido abusos sexuales en la infancia, mientras que un 25 a 50% de los niños de ambos sexos refieren maltratos físicos”. La misma fuente define el maltrato infantil como “los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil”.
c. Maltrato filio-parental.
Se entiende el maltrato parental como cualquier acto de los hijos que provoque miedo en los padres y que tenga como objetivo hacerles daño.
El abuso hacía los mayores tiene muchas caras, entre ellas está el llamado síndrome de la abuela esclava, forma de abuso muy común en los países en vías de desarrollo, donde, sin considerar los años y la salud de la anciana se la sobrecarga con todo el trabajo del hogar incluido el cuidado de los nietos. Los ancianos no son concientes y aceptan toda la carga laboral a pesar del deterioro evidente de su salud. Otra realidad es la de los abuelos fantasmas, ignorados por toda la familia donde nadie se ocupa de ellos, no los ven, ni los escuchan, indiferencia que lleva a depresiones y deseos de muerte. Los hay quienes sufren maltrato financiero, obligados a asumir créditos que no podrán pagar o sufriendo robos perpetrados por algún miembro de su propia familia. También en este grupo encontramos maltrato emocional, psicológico y hasta físico.
d. Maltrato a adultos dependientes.
Una persona dependiente es aquel que siendo mayor de 18 años sufre un grado elevado de discapacidad mental o física y que por lo tanto necesita de la intervención de un tercero para realizar determinadas acciones cotidianas y para cuidar de si mismo. Por su estado de vulnerabilidad un adulto dependiente necesita una especial atención por parte de su familia, algo que en ocasiones no suelen tener. El abandono, la negligencia, o la indiferencia también se considera maltrato en estos casos.
Formas de maltrato
Un hogar puede convertirse en un verdadero infierno para sus miembros, basta con que alguno de ellos consciente o inconscientemente haga uso de la violencia en reiteradas oportunidades. En general cuando la espiral de violencia se desata esta es muy difícil de detener sin ayuda externa. Los siguientes son las formas más comunes de maltrato:
a. Maltrato físico. Todo acto no accidental que provoca daños ya sea secuelas físicas o psicológicas. Toda acción premeditada o impulsiva, donde se usa la fuerza física, utiliza las extremidades o algún objeto o arma para causar daño pudiendo provocar o no lesiones se considera maltrato físico. Dentro de este tipo de maltrato están las bofetadas y los golpes, las quemaduras, pellizcos, tirones de pelo, pinchazos, empujones, lanzamiento de de objetos y uso de armas, así como el intento o amenaza física de asesinar, estrangular o provocar abortos.
b. Maltrato Psicológico. Se considera maltrato psicológico a todo acto u omisión que lesione la estabilidad psíquica de una persona. Por esto, los actos que producen desvalorización y sufrimiento como la negligencia, el abandono, descuido reiterado, insultos, humillaciones, marginación, comparaciones destructivas, los gritos, las amenazas, entre otros actos hacia la pareja, los padres o los hijos, son considerados formas de maltrato. Son los más difíciles de detectar y probar. Es también la forma de maltrato más extendida en nuestra sociedad. Lo padecen millones de seres humanos originándose una cadena donde niñas maltratadas por su padre o madre, eligen un marido con las mismas características que sus progenitores y reproduciendo las mismas conductas para terminar siendo víctimas de sus maridos y criar a su vez hijos víctimas y victimarios.
c. Maltrato sexual. Una relación sexual impuesta y contra la voluntad de la persona, un trato degradante, la obligación de realizar actos sexuales que no desea, la inducción a la prostitución. Todo acto sexual que atenta contra la libertad, integridad física y la dignidad de la persona es considerado maltrato sexual.
d. Maltrato económico y patrimonial. El hecho de excluir a un mayor de edad, con dominio de sus capacidades mentales, del control de sus ingresos o bienes patrimoniales, la destrucción de bienes materiales o la privación de sustento, son considerados maltrato Económico. Por lo tanto cualquier acto u omisión que afecte a la supervivencia de la víctima entra dentro esta tipología. Incluye esto el robo de enseres de la vivienda familiar, el impedir a la víctima trabajar, o exigirle su salario, obligarle a firmar documentación cediendo sus bienes materiales.
e. Maltrato social. Humillar, insultar y agredir en público; controlar las relaciones familiares y sociales de la víctima, controlar toda forma de comunicación con el exterior, se considera maltrato social.