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No es una cuestión de honra


Foto: Linda Foresell, de Cause of Dead: Woman

Dr. Muhammad Mughese Amin, jefe del Departamento de Cirugía Plástica y profesor asociado en el Hospital Victoria Behawalpur; es además quien repara los rostros de mujeres víctimas de ataques de ácido en Pakistán. Empieza "podemos eliminar las cicatrices del rostro, pero nunca las cicatrices que quedan en el alma. Los crímenes de honor no provienen de una persona normal, para mi es una 'ira ciega' ".

Tiendo a estar de acuerdo con él, bien que la frase lleva etiquetada la palabra honor, esto es, ante todo, una falacia. Hablamos de violencia exponenciada. Los llamados crímenes de honra son crímenes en los que una persona es asesinada/violada/abusada/desfigurada, considerando que ha deshonrado a su familia o comunidad. Muy a menudo, es un medio para controlar a las mujeres y su sexualidad - sin embargo, también se ha informado de incidentes en contra de varones. Estos crímenes no se limita a ningún grupo étnico o religioso, existiendo casos registrados en América Latina y en Asia.

Marcha contra la violencia doméstica en Pakistán / Sakhi Organization

"Por favor, si usted está tratando de denigrar la imagen de Pakistán, no soy la persona adecuada", declaró el Dr. Amin. Le expliqué que no era en absoluto mi intención y que mi objetivo era tener su punto de vista como paquistaní, dando a conocer que la violencia contra la mujer no es inherente a una sola cultura. Es importante reconocer que dichos crímenes de honor tienen lugar en determinadas comunidades - en Europa, hay una fuerte tendencia entre los asiáticos del sur (de todas las religiones) y los del Medio Oriente -. Sin duda alguna, existe la necesidad de incrementar la información y crear conciencia de las causas de dichos delitos, sobre todo si esto anima a jóvenes a presentarse y buscar ayuda. También es importante crear conciencia de que estos incidentes son eso: delitos, en lugar que retratarlos como comportamientos aceptables de ciertas culturas "cuando uno de éstos crímenes ocurren, es rechazado por toda nuestra comunidad. Dañar en nombre del honor no es ni nuestra cultura, ni nuestra religión. Desfigurar a una persona toma segundos, ocultar sus cicatrices años".

¿Qué hace que un acto de violencia basado en la percepción de "honor" sea diferente a cualquier otro acto de violencia? Cuando pregunté al Dr. Amin si los esfuerzos hechos por su comunidad son suficientes para hacer frente a dichos actos, dijo "estamos hablando de actos de una violencia que cobran diferentes formas, desde violaciones, maltrato físico, esclavitud hasta asesinatos. Esto no se trata de reparar el honor de alguien, pero quitarle la vida a otra persona. Dicho comportamiento sólo puede venir de una persona enferma ". Aquí está centrada la cuestión: asesinato es asesinato, violencia es violencia y abuso es abuso, no utilicemos términos medios, cuando usamos la frase "crimen de honor", hay una palabra que sobra.

Cuando estos crímenes tienen lugar en países occidentales, hay que tener cuidado con las estigmatizaciones. Se debe tratar el asesinato como un delito y tener cuidado con etiquetarlos como pertenecientes a cierta comunidad - no es una problemática de inmigrantes, se trata de una cuestión a solucionar de todo un país. De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Oviedo[1], en España, existen aún actitudes generalizadas dentro de Europa como la culpabilización de víctimas de violencia doméstica que contribuyen a un clima de aceptación social. Los inconvenientes al momento de tratar dichos casos son los mismos que aquellos citados con frecuencia en los llamados crímenes de honor: la renuencia de las mujeres a presentarse y la dificultad en conseguir testificar en contra de los miembros de una misma familia.

Es verdad, se deben concentrar recursos en la lucha contra la violencia animando a las víctimas a testificar. Pero mientras que el término "crímenes de honor" tiene su utilidad, también puede ser limitante. El uso de una etiqueta y la noción de "honor" es inexacta e inadecuada. Dr. Amin finaliza "como hombre y como médico creo que la principal solución es a través de campañas de sensibilización. Educación es la palabra clave". La verdadera deshonra es en el asesinato, no en la desobediencia. Volviendo a las palabras de Linda Forsell acerca de la violencia doméstica "ésta trasciende culturas, clases sociales y religiones". No debemos olvidar eso.

[1] Aceptación de la violencia doméstica contra mujeres en la Unión Europea: un análisis de multiniveles. Universidad de Oviedo 2006.

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