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Propiedad privada: Más allá de la libertad sexual


Hablando con una amiga durante una cena, no sé exactamente como, tocamos el tema de las mujeres embarazadas que toman alcohol, fuman o se drogan, situaciones extremas.

Sin entrar en detalles, es bien sabido que el exceso de alcohol y consumo de drogas causan malformaciones físicas y problemas neurológicos tales como el síndrome de alcoholismo fetal, síndrome de abstinencia, riesgo de aborto espontaneo etc.

Últimamente ya sea por experiencia personal o de oídas, me he dado cuenta que se está volviendo aceptado el consumo en mujeres embarazadas de una copa de vino o champagne ocasionalmente.

Personalmente nunca he estado embarazada por lo que aparte de conocimiento general que todos tenemos, no tengo mayor información sobre lo que debe o no hacer una mujer embarazada.

Mi amiga señalaba que debería de haber una ley que prohibiera el consumo de alcohol a mujeres embarazadas.

La idea parte de un buen sentimiento que en este caso es la protección del feto o bebé, sin embargo esta idea bien intencionada, hizo que mi alarma feminista se pusiera en marcha.

Por supuesto que creo que es necesario proteger a los bebés y que es necesario dar a todas las mujeres embarazadas la mayor cantidad de información sobre el consumo de ciertas sustancias y las consecuencias sobre el feto.

Pero esto nos lleva a un tema bastante conocido, ¿hasta dónde el cuerpo de una mujer le pertenece, aun estando embarazada? Esta pregunta se suele hacer a la hora de hablar sobre el aborto. Están los que consideran que a partir de la concepción ya es un bebé y están lo que dicen que no es sino a partir de 4 meses.

Pero mi intención en este artículo no es tocar el tema del aborto, sino el de la apropiación de la sociedad del cuerpo de la mujer cuando está embarazada.

Desde mi punto de vista una ley que prohíba el consumo de licor a las mujeres embarazadas es cortarle su libertad de discernimiento entre lo que está bien o mal, y lo que debe o no debe hacer.

Esto nos haría volver a la época en donde la mujer estaba bajo la tutela de su padre, marido o algún hombre de la familia, considerándonos incapaces de tomar decisiones importantes tales como la votar, trabajar o manejar nuestro dinero.

La presión social sobre las mujeres con bebés ya es bastante fuerte, basta con ver las campañas sobre la lactancia materna, algunas yendo hasta culpabilizar aquellas madres que no pueden o no quieren dar el pecho.

Si bien es cierto que tener un bebé es una gran responsabilidad y no debe de ser tomada a la ligera. Está claro que no tengo las respuestas adecuadas a esta gran pregunta que nadie ha sabido responder, pero me parece que es un tema importante para todas las mujeres seamos o no madres, queramos o no tener hijos.

El derecho a hacer lo que nos dé la gana con nuestro cuerpo, para mí, va más allá de la libertad sexual, el hecho de que por naturaleza pueda quedar embarazada, no le debería dar derecho a nadie a tomar alguna decisión sobre el. La capacidad de quedar embarazada no viene necesariamente acompañada de buen discernimiento así como tampoco lo viene la capacidad de embarazar, sin embargo se considera que la mujer es responsable del feto que lleva dentro, aun si esta no quiere o no entiende esta responsabilidad.

Se exige a la mujer un comportamiento ideal a la hora de estar embarazada, no solo a nivel físico si no a nivel emocional. No solo debe de tener extremadamente cuidado con lo que hace, sobre todo en público, que come, que bebe, si hace o no deporte etc. También se le pide que responda al cliché que se espera de una madre expectante, es decir que su instinto maternal sea automático, como un botón que se enciende desde el momento en sé que sabe que está embarazada.

Nuestra libertad como seres humanos y mujeres suele ser cuestionada, y puesta aprueba constantemente, y es solo tocando estos temas, hablándolos, discutiéndolos que podemos hacer avanzar nuestras sociedades.

Todas y todos debemos de aprender a superar nuestros prejuicios y en este caso ver más allá de como creemos que debe de comportarse una mujer que está esperando un bebé, para reflexionar sobre las consecuencias que esto tiene y nos impide ser libres en cuerpo y mente.

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