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Soy, investigadora, hija, hermana, sobrina, ahijada, mujer y aún no quiero ser madre…


Últimamente he recibido de muchas personas la pregunta clásica: ¿Ustedes para cuándo encargan? Generalmente, no respondo, simplemente callo y sonrió. La respuesta es complicada y va más allá de mis condiciones micro económicas y sociales. Soy la primera mujer en tres generaciones en tener una educación de postgrado, tengo un salario decente y mi marido apoya 100% mis decisiones personales y profesionales. De igual manera, mi ginecólogo confirma que estoy en perfectas condiciones para procrear. Sin embargo, en siete años aunque se nos ha ocurrido la idea, no la hemos concretizado.

Mucho de esta decisión tiene que ver con nuestro análisis de la situación mundial. Entendemos que este mundo va de mal en peor, que los arboles se nos acaban y que los recursos para la siguientes generaciones no están del todo asegurados. Entendemos que las desigualdades son cada vez más, que el egoísmo de un 1% crece y este planeta no parece aguantar otro ser humano más[i]. Además en lo personal sé que aunque intente descifrar desigualdades por medio de las ciencias sociales, siempre tendré la impresión de llenar un saco sin fondo. Después de todo es una reflexión que interesa a una minoría, mientras que los otros parecen estar vendados por el sueño de consumir.

A parte de las consideraciones ecológicas y filosóficas, presiento que aún no estoy lista para cumplir con el régimen de género que históricamente ha reservado el rol maternal a las mujeres. Dicha consideración tiene que ver con la organización del cuidado en la sociedad en la que vivo. Actualmente soy becada de una institución belga para llevar a cabo una tesis de doctorado que ocupa alrededor de 70% de mi tiempo, el resto lo dedico a intentar desarrollar una carrera científica, a mi vida de pareja y familiar. De tal manera que siento que sería egoísta delegar el cuidado de un ser vivo a otra mujer, quizás otra migrante más y hacerla así prisionera de las cadenas del cuidado global[ii]

Ultimadamente, vengo de una familia de mujeres que ha cuestionado desde 1920 el rol que se nos asigna en la sociedad. Finalmente, cabe remarcar que no juzgo a quienes han decidido procrear y pienso que han de tener muchísima fuerza interior. Esta crónica no es una condenación a la procreación, está lejos de serlo. Sólo, espero que para los 7.432.663.000[iii] de seres humanos en el mundo exista una evolución en el pensar, es decir un desarraigo de lo que queremos como individuos para empezar a pensar en como sobrevivir como humanidad. Por lo pronto seguiré poniendo mi granito de arena para hacer más agradable la vida de quienes ya estamos aquí…

References

[i] Chomsky, N. (2015) 'Requiem For The American Dream' https://www.youtube.com/watch?v=zI_Ik7OppEI

[ii] Parrenas, R. S. (2012). The reproductive labour of migrant workers. Global Networks, 12(2), 269-275.

[iii] United Nations, Department of Economic and Social Affairs, Population Division (2015) World Population Prospects: The 2015 Revision.

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