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#RespetoParaLucía


Hace unas semanas, empezó a circular el hashtag #RespetoParaLucia, en Guatemala, para pedir que se respetara la vida privada de Lucia Samayoa y que se le dejara de acosar en las redes sociales.

La historia empieza a principios de Octubre cuando Lucia Samayoa, una joven universitaria guatemalteca desapareció del campus universitario, cuando supuestamente salió de este a comprar comida a un fast food.

Rápidamente la foto empezó a circular por Facebook, pidiendo que la compartiéramos para poderla encontrar lo más rápido posible. Así como muchos de mis compatriotas, no lo dude un instante y compartí la foto a través de la red social.

Dos días después, los medios de comunicación guatemaltecos se vuelven locos al dar la noticia que Lucia fue encontrada en el departamento de Izabal, esto queda a aproximadamente 5h en carro de la capital del país: ¡Lucia estaba viva! En lo que a mí respecta, como ciudadana guatemalteca, que no hizo nada más que tomarse un segundo de su tiempo y compartir su foto, el caso estaba cerrado.

Guatemala es tristemente uno de los países con la tasa más elevada de feminicidio en América Latina

Guatemala es uno de los países más violentos del mundo, y en el fondo, todos esperábamos lo peor. Creí que la mayoría de personas estarían contentas de la buena noticia, y darían vuelta a la página dejando el resto a las autoridades y a la familia. Sin embargo como sociedad machista, retrograda y moralista, los comentarios groseros y abusivos no se hicieron esperar. Rápidamente se empezó a regar la noticia de que la chica se había ido con algún hombre de fiesta, y muchos empezaron a exigir que se les rindieran cuentas. Otros, y en su mayoría hombres, escribieron bromas de muy mal gusto, llegando hasta el insulto. El segundo o minuto que invirtieron compartiendo la foto de Lucia en las redes sociales les daba derecho a juzgarla.

Debido al intenso bullying en los medios sociales, la familia de Lucia se vio obligada a aclarar la situación, y es entonces cuando nos enteramos de parte de lo sucedido, y nos explota en la cara otra horrible situación social: La Trata de personas.

Aunque es poca la información que tenemos, y tanto Lucia como su familia están en todo el derecho de no divulgar públicamente lo sucedido, podemos atar algunos cabos.

Lucia fue quizás engañada, o secuestrada, por alguna red de trata de personas en Guatemala y gracias los medios de comunicación y redes sociales, se le pudo encontrar antes de que la sacaran de las fronteras del país.

Debido a varias incongruencias de las versiones de las últimas personas en ver a Lucia antes de que desapareciera, y varias coincidencias, tales como las que la chica no tenía su teléfono con ella, muchas personas decidieron que su historia no es verídica. Parecería que las mujeres solo merecemos respeto si aparecemos muertas. Si no morimos bajo los golpes de nuestros maridos o padres, si por alguna razón sobrevivimos a una violación o agresión, entonces automáticamente la gente nos convierte en sospechosas.

¿Cómo osamos aparecer vivas? Yo me uno a la campaña #RespetoparaLucia, y pido respeto también para todas aquellas mujeres, victimas o no, porque merecemos ser respetadas por el simple hecho de ser humanos y que nuestras vidas tienen tanto valor como las de cualquier hombre.

No conozco a Lucia, ni a su familia, y quizás no lea esto, pero quisiera decirle que yo, como mujer, como guatemalteca y como ser humano, me alegro de que este viva, y eso es lo único que debería de importarnos.

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