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¿A qué nos enfrentamos las mujeres?

A propósito del Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras

Actualmente, la situación de las mujeres en temas relevantes como la violencia de género no ha cambiado a pesar de las leyes que sancionan estas violencias y de los avances en materia de atención que se han venido dando sobre todo a partir de la marcha Ni Una Menos, en donde más de medio millón de peruanxs estuvieron en las calles protestando contra las diversas violencias machistas.

Esto hace evidente que no se puede cambiar una situación de violencia con leyes mientras nuestra cultura siga siendo complaciente con esta. Si leyes y educación no se dan de la mano, seguiremos viendo los feminicidios de siempre, las violaciones a niñas y adolescentes y sus consiguientes abortos clandestinos o maternidades no deseadas, el acoso y el bullying cotidiano al que son sometidas las mujeres y los LGTBI, a lo que se suma lo que muchas veces no es visto tan claramente como formas de violencia, como la brecha salarial, la explotación laboral, la feminización de la pobreza, la cosificación de la mujer, la explotación sexual, etc.

Por ello es tan peligros el contexto en el que vivimos los peruanxs desde hace unos meses con las campañas fundamentalistas de #ConMisHijosNoTeMetas y #NoALaIdeologíadeOdio porque estas campañas lo que intentan es que ni la ley ni la educación se conviertan en puentes para atravesar y dejar atrás la violencia que día a día consume la vida de mujeres y LGTBI.

Este ataque al marco teórico que visibilizó las desigualdades sociales, el género, no tiene precedentes en el Perú, ni en su capacidad movilizadora ni en su inversión económica, todo esto unido para que se derogue el Decreto Legislativo 1323 que agrava la discriminación a las personas por su orientación sexual e identidad de género, y para que se saque el enfoque de género del currículo nacional de educación básica 2017. Esta campaña no nace aquí, viene ya de una articulación regional que actúa en toda América Latina boicoteando cualquier posibilidad de avance sobre temas de mujeres y LGTBI.

Posicionar su impronta autoritaria, controladora y represora es su objetivo, aunque también es su talón de Aquiles, porque de tanto hablar sobre esos temas termina poniendo en palestra justamente lo que quiere negar: la existencia de la desigualdad de género, de gente que quiere controlar a otra para imponerles sus formas de vida y sus propios valores morales, sin importar que vivimos bajo un Estado de Derecho y no un Gobierno Teocrático.

En esta lucha, si ellos vencen, perdemos las mujeres, hoy, que conmemoramos otro 8 de marzo, recordando a las que murieron por darnos una mejor calidad de vida, las mujeres debemos oponernos con todas nuestras fuerzas a cualquier coaptación de nuestra libertad. Hemos luchado tanto por trabajar con derechos, estudiar sin discriminación, tener leyes que nos protejan contra la violencia y desarrollar conocimientos situados desde nuestras propias experiencias, que no vamos a dejar que unos mequetrefes que quieren controlar nuestras vidas afecten la vida de millones de niñas, adolescentes y mujeres en el Perú.

Queremos educación de calidad, con enfoque de género, con un espíritu de libertad crítica y no con espíritus santos intentando decirnos cómo debemos vivir. Queremos que la cultura de la violación sea un vago recuerdo de tiempos que no volverán. Queremos que dejen de matarnos. Queremos que los agresores sean sancionados duramente. Queremos vivir buenas vidas y no descansaremos hasta conseguirlo.

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