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El agotamiento en las madres


Síndrome de Burnout también conocido por otros nombres como: síndrome de aniquilamiento, síndrome de “estar quemado”, síndrome de desmoralización o síndrome de agotamiento emocional es considerado por la OMS como una enfermedad laboral que afecta la salud física y mental de las personas que llegan a padecerla.

Si hacemos un rápida búsqueda en Google Académico veremos que existen numerosos estudios y descripciones de este Síndrome en profesionales que trabajan con personas, como por ejemplo: enfermeros, médicos, psicólogos, profesores, cuidadores de niños y ancianos, entre otros; pero también se ha descrito en estudiantes de estas carreras ya mencionadas.

Pero en los últimos años se ha empezado a hablar de un “Síndrome de Burnout Materno”, inicialmente estudiado (allá por el año 2000) en madres de niños crónicamente enfermos o sobrevivientes de tumores cerebrales, pero actualmente podría estar pasando desapercibido y por tanto no siendo tratado en otros grupos familiares.

Pero veamos porque hay que informarse, leer, y preguntarnos: ¿Tengo síndrome de Burnout?

El Cansancio o agotamiento emocional (sensación de desgaste, fatiga), despersonalización o cinismo (construir una defensa para protegerse del sentimiento de impotencia y frustración) y abandonar el ideal de realización personal (perder el valor de lo que se está haciendo); son los síntomas del Burnout, los cuales van apareciendo poco a poco y con diferente intensidad. Las quejas sobre cansancio, la dificultad para levantarse en la mañana, el sentirse lento, el consumo de alcohol o automedicación, aislamiento social o pensar en suicidio (en casos muy extremos) son también parte de su sintomatología.

¿Cuál es la semejanza entre los profesionales más comúnmente afectados por el síndrome de Burnout y una madre de familia? Pues que ambos dedican su tiempo al cuidado de otra persona (un niño, un bebe, un adulto mayor) y que en muchos casos es más de UNA persona, y que además de realizar funciones de cuidado se realizan también funciones de limpieza, cocina y administración del hogar, y en aquellas que cuentan con un trabajo fuera de casa, deben además cumplir con sus turnos laborales. ¿No es justo acaso que las madres nos sintamos cansadas, agotadas, exhaustas, pues luego de un día de trabajo fuera de casa nos espera MAS trabajo en casa?

Los estudios realizados en amas de casa latinas muestran que cerca del 50% estudiado se encuentra afectado por el síndrome de agotamiento emocional, aunque los estudios también coinciden es que es necesario continuar estudiando a la población (1)

La prevención, manejo y tratamiento del Burnout Laboral, implica una serie de acciones como: brindar información a los empleados, estar atentos a la aparición de los síntomas, buscar ayuda, tomar medidas contra la sobrecarga laboral y es el jefe el que debe estar más atento a detectar estos síntomas. En algunos países desarrollados, se indica incluso descanso (vacaciones) en caso este síndrome sea detectado, pues en términos de producción, el Burnout disminuye la producción del trabajo.

A nivel familiar no encontré mayor descripción del tratamiento que: “Soporte familiar”, “Identificación de síntomas” y “Buscar ayuda”. Pero si somos capaces de extrapolar una unidad laboral a la unidad familiar, podemos también decir que:

  • Se debe evitar la sobrecarga laboral, con una correcta y equitativa distribución de tareas del hogar, y del cuidado.

  • Estar atentos, todos los miembros de la familia, en especial los adultos (pues si los hijos son pequeños no vamos a pedirles que estén atentos a si mamá se agota) a signos de cansancio y agotamiento en la madre/padre cuidador y sean prestos a brindar apoyo en las tareas a realizar.

  • Reserva de tiempo personal. Todos tienen derecho a un tiempo para sí, donde no haya que correr en una rápida ducha de 2 minutos o vestirse en 30 segundos o tomar un café frio pues tuvimos que darle de comer a los niños de la casa antes. Todos tenemos derecho a un momento para descansar la mente, poner ideas en orden y simplemente “respirar”. Se deben encontrar tiempos en que los cuidadores del hogar puedan disfrutar de este momento.

  • Finalmente buscar ayuda si es importante, acudir al psicólogo o médico familiar ante síntomas de agotamiento continuo, dolores musculares crónicos y cefaleas (también descritas en el Burnout) que pueden ser síntomas ominosos de otras enfermedades que deben ser estudiadas.

Es bueno recordar que no somos súper mujeres, aunque los medios, la publicidad y nuestra familia nos haya dicho que sí; somos seres humanos y nos agotamos, lo cual es válido; y ante el agotamiento necesitamos parar un momento para recuperar fuerzas y poder continuar. Después de todo no seremos más capaces o eficaces mientras mayor número de tareas realicemos al día, sino por saber reconocer nuestras limitantes y cuidar de nuestra salud y de la salud de los nuestros.

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