Desde que tengo conciencia soñé con muchas cosas, proyectos, ideas, hasta con fantasear en ser una guerrera mágica (como Sailor Moon y Sakura Card Captor). Y aún sigo soñando con una sociedad libre de violencia; donde uno pueda caminar sin miedo.
Aún recuerdo la primera vez que me ‘piropearon’, tenía 12 años y estaba caminando a solo una cuadra de mi casa, pasando por un nuevo centro de estética. Nunca vi la cara al tipo, pero me di cuenta que la sociedad ya no me veía como una niña y empecé a ser más consciente de los cambios en mi cuerpo.
Empecé a avergonzarme por ser mujer, a tener miedo de la gente, miedo a que alguien me haga daño.
Y esos miedos aumentaron a medida que crecía, hasta un punto que me atormentaba cada vez que alguien me miraba. Siempre me decían que debía simplemente ignorar, pero eso no soluciona las cosas.
Ahora que miro el presente, veo a mis sobrinas pasando por la pubertad y yo no quiero que pasen por lo mismo; ni ellas ni nadie más. Es tiempo de hacer entender que esto no es un tema que solo se ignora, porque queremos narrarlo en pasado, de un "esto sucedía" y no un "esto sucede".
Sueño con ver un cambio, con una sociedad más sana; donde podamos andar libremente sin importar la ropa que llevemos puesta, la hora que caminemos, si caminamos solas o acompañadas, sin que se escuchemos silbidos o besitos.
¿Suena como una utopía? Sí.
¿Imposible? Yo no lo creo.
Artículo original publicado en el blog de Carla.