Hace unos días me enteré de que un amigo mío está esperando su segundo bebé. Cosa que no tendría nada de especial, excepto si lo ponemos en contexto. Primero, empiezo por presentarme mi nombre es Claudia, tengo 32 años y el amigo del que les hablo es contemporáneo mío. Su primer bebé nació hace más o menos 16 años cuando estábamos cerca de terminar la secundaria, al menos su novia, la mamá de su primer bebé, estaba por terminar la secundaria. Él, de 16 años tuvo su primer hijo, sin haber terminado aún el colegio.
16 años más tarde, hace unos meses, nos reunimos después de varios años para ponernos al día. Y quizá aquello que más me quedó resonando de nuestra conversación era lo feliz que estaba de ver a su hija, ahora adolescente, cada día más grande y cada vez más independiente. Independencia que también sería la de él para poder continuar con su vida con mucha más libertad.
Y bueno, 16 años más tarde me vengo a enterar de que mi amigo básicamente no aprendió nada; sobre todo en lo que respecta a métodos anticonceptivos ¿Y cómo va a aprender? me pregunto, si en pleno 2017 todavía está muy arraigada la idea de que es responsabilidad de la mujer preocuparse por quedar o no embarazada ¿Y cómo no va a ser? además, si en pleno 2017 no ha salido aún al mercado (y quien sabe si algún día saldrá) la píldora para hombres. Si las opciones para los hombres se reducen a la abstinencia, el condón o la vasectomía - con todo y el argumento de si se puede revertir o no, o si directamente la clasificamos como método de esterilización. Sin embargo, y sin mucho esfuerzo puedo enumerar por lo menos 5 métodos anticonceptivos disponibles para la mujer que ni siquiera incluyen la abstinencia o la esterilización: las pastillas, el condón femenino, los DIU (y acá las opciones son varias), los dispositivos subcutáneos y los parches ¿Cómo entonces no va a estar arraigada la idea de que ésta es tarea de las mujeres?
Pero pasa, resulta y acontece, que si para procrear se necesita de dos, no procrear también es responsabilidad de los dos. ¿Porqué a estas alturas todavía nos atrevemos a decir con soltura que a un tipo “le enchufaron” un hijo? No señor, no se lo “enchufaron”. Si tener hijos no estaba entre sus planes ¿porqué no se cuidó? Y aún peor, es que aún vivimos en un mundo en el que podemos llegar a ser capaces de ver a estos mismos hombres como “víctimas” de las mujeres que los terminan “amarrando” con una paternidad no deseada ¡En pleno 2017!
Les estoy hablando a ustedes muchachos. Vamos poniendo las cosas en claro, la reproducción es cosa de dos y la responsabilidad de evitar un embarazo es también cosa de dos, 50/50. Que si las opciones son limitadas y el condón te incomoda o no quieres ni pensar en la vasectomía ¡todo bien! sal y reclama al mercado por las píldoras para hombres o el desarrollo de alguna otra opción práctica. El mundo siendo lo que es el mundo, los reclamos de los hombres siempre han sido mejor recibidos que los de las mujeres. Y tengan por seguro que estamos dispuestas a apoyar su reclamo.
Mientras tanto, también podemos sacar el tema a conversación dentro de la pareja y establecer qué opción los tiene contentos a los dos ¡a-los-dos! 50/50. Y si tu pareja decide ser quien cargue con la responsabilidad de evitar un embarazo, pero no confías en que tu pareja lo haga a conciencia o del todo…entones tu problema es más bien otro.
En esto de la igualdad de género, tenemos que tomar todos cartas en el asunto. Empezar a pensar en los roles que la sociedad le ha asignado a hombres y mujeres en temas de familia y reproducción es un buen inicio ¡Cuestionémoslo todo!