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El Placer Es Político


Soy Feminista, trato de deconstruir a diario todo ese condicionamiento cultural con el que fui criada, educada y formada; aunque con la dósis saludable de rebeldía que cualquier mujer inconforme con su realidad ha tenido y aquí muchas me deben entender; hablo de esa desazón y fastidio por las normas impuestas, por el miedo al infierno, por las funciones sociales asignadas a tu vagina más que a ti como persona.

Todas hemos hallado el Feminismo en algún momento de nuestras vidas y todas para bien, inmediatamente te sientes en hermandad, aunque por otro lado hay partes dentro de ti peleándose. Tus condicionamientos culturales, tu idea de lo "normal", todos esos conceptos que traes en tu 'equipaje' contra los cuestionamientos y fallas en el sistema que inmediatamente comienzas a ver cuando te pones las gafas moradas. Sé que todas buscamos ser coherentes, lograr que nuestra vida, nuestras acciones cotidianas logren armonía con lo que pensamos y nuestras convicciones, aunque sea en la mayoría de ocasiones.

Mi crítica para con el sexo heterosexual puede resultar muy floja; o quizás mis estereotipos son muy fuertes. Concebimos el sexo de cierta forma, y ahora se propicia la búsqueda independiente de placer pero hasta hace unos años no era así, tanto que aún ahora hay muchas mujeres que desconocen un orgasmo, como masturbarse o la fisiología de su vulva.

Freud decía que teníamos un órgano impostor del pene masculino, un débil remedo; el clítoris. Y que los orgasmos conseguidos a través de éste serían insatisfactorios y conducirían a la mujer a sufrir ansiedad; y que el verdadero camino sexual era obtener placer a partir de la penetración vaginal; realidad inalcanzable para la mayoría de nosotras; pero no lo sabíamos y de hecho habrán mujeres que recién se enteren al leer esto y no, no somos frígidas, y todos esos orgasmos fingidos fueron en vano. Pero hasta podemos decir que lo seguimos haciendo (fingir); que el sexo está basado en el falocentrismo y coito, que la eyaculación masculina se considera indicador del éxito más que el orgasmo femenino y que muchas tenemos que adoptar posiciones incómodas y clichés para hacer una adecuada performance; porque parece que estamos siendo juzgadas hasta cuando intentamos ser "putas" en la cama.

Yo sé que es sumamente difícil romper con ese círculo vicioso; de hecho los protocolos y "rituales" para pactar una relación sexual están plagados de estereotipos, aunque se han simplificado muchos de ellos, yo voto porque prime la naturalidad, dejar de lado lo que va a pensar, o lo que dirá; que tu sexualidad es parte de ti pero no determina la cantidad de respeto que mereces en tanto no hagas daño a ningun ser humano o animal.

Somos seres muy complejos, tanto varones como mujeres; pero soy mujer y hablo de mi sentir como tal.

Mi empoderamiento viene desde mi más ínfima expresión, de dentro hacia afuera, y parte del poder que necesito es la independencia sexual, esa que solo se logra con el pleno conocimiento de la cuerpa propia; así como de las necesidades emocionales que tengamos. Estamos dotadas del único órgano cuya función es brindar placer; tiene 8000 terminaciones nerviosas, el doble de las que tiene el pene; la única parte visible del clítoris es el 'glande' que asoma en la parte superior de la vulva; su cuerpo interno es más grande con respecto al resto; tiene dos especies de bracitos que se extienden por el interior de los labios mayores, del perineo y rodea finalmente el tercio inferior de la vagina.

¿No es maravilloso?

Desde el blog de Kem, Mi Trinchera Feminista

Hay que darle mayor protagonismo a nuestro clítoris en la relación sexual; se trata de disfrutar en comunión con la pareja, brindando y obteniendo placer; hay todo un mundo por descubrir de sensaciones, depende de cada una la forma, la combinación idónea de diferentes elementos para sentirnos plenas.

El empoderamiento en este sentido para mi es básicamente eso "sentirme poderosa", explotar de dentro hacia afuera, reclamar con mi fórmula única de hacer el amor lo que por tanto tiempo nos han negado los eruditos y sexólogos: PLACER, formulándolo de formas imposibles, desde su limitada o casi nula visión de lo que significa ser una mujer sexual. La política debe empezar desde la cotidianidad; hacemos política desde la forma en que tenemos sexo; seamos anarquistas y revolucionarias entonces; una vez más ; reclamemos protagonismo; porque no somos simples receptáculos de falos y fluidos; tenemos un maravilloso sistema sexual; y un pequeñito amigo que solo está ahí para eso; para deshacernos los sentidos y recomponernos como lo que somos: Diosas.

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