"La revolución será feminista o no será"
Las mujeres peruanas están descubriendo, desde hace muchísimos años atrás, en el feminismo un arma de resistencia contra todas las violencias que recorren nuestras calles; esas violencias que se llevan a nuestras hermanas, a nuestras compañeras y pretende silenciarnos, como en los tiempos dorados del más puro y asqueroso fujimontesinismo. Ser mujer en cualquier parte del mundo representa un reto de sobrevivencia; sin embargo, ser mujer en situaciones vulnerables/de alto riesgo y además ser LGBTIQ+ representa una carrera de obstáculos- que con el tiempo nos parece interminable-. Es necesario mirar Latinoamérica con un enfoque interseccional y de género, comprender el contexto que rodea las situaciones políticas de países latinoamericanos, como el Perú, donde las dictaduras opresoras, el capitalismo sinvergüenza y la manipulación de medios de comunicación ha grabado en la masa que el feminismo es sinónimo de terrorismo, de peligro y de exageración e hipersensibilidad colectiva en el que las mujeres peruanas, de diversas generaciones y realidades, estamos siendo manipuladas. Toda esta mentira se ha repetido una y otra vez, y ha tenido difusión masiva en redes sociales de grupos conservadores cuyos nombres no valen la pena mencionar, medios de comunicación nacional que dejan mucho que desear, con un sensacionalismo que disminuye, tergiversa e invisibiliza todo el esfuerzo colectivo. Y el empoderamiento- individual y colectivo también- que estamos teniendo para pelear por lo que nos corresponde: Nuestra propia vida. El patriarcado heteronormado cisgénero blanco y privilegiado que abruma, domina y tiene como objetivo primordial homogeneizarnos en realidad tiene miedo, tiene terror de cómo nuestras voces, una a una, y por diferentes aristas: Incidencia política, comunicaciones, arte y cultura, se han ido trenzando y juntas vienen siendo un reclamo colectivo que no va a callarse.
¿Dónde estamos las mujeres lesbianas/bisexuales/transexuales/trans* peruanas? Engañadas por el estado peruano ante una aparente paridad en el gabinete de ministrxs de PPK, una falsa promesa de igualdad de oportunidades donde lo que predomina es la imagen de la mujer heterosexual "blanqueada", colonizada y llena de privilegios, los cuales no pretende cuestionar porque no los quiere soltar; la mayoría de estas mujeres congresistas peruanas no representan al Perú en su diversidad pero sí pretenden dirigirlo (O eso creen, al final del día los hombres siguen dominándolas también). Tenemos una nueva y flamante Ministra de la Mujer: Ana María Choquehuanca** con declaraciones escandalosas que dejan en evidencia lo poco que conoce de feminismo, lo mucho que le falta instruirse y sensibilizarse, ergo un peligro para los pocos avances en igualdad de género logrados hasta el momento; tenemos en las altas esferas políticas miedo a renunciar a su status quo actual, terror de aquello que nos esta permitiendo resistir vivas y gritar en las calles que nos están matando: el feminismo.
Las cifras son alarmantes, los feminicidios son el pan de cada día, los crímenes de odio suceden en la cara de todxs y a veces no podemos hacer más; seguimos buscando justicia para todas y a veces una siente que ya no tiene de dónde agarrarse para que el corazón no se nos vaya entre los dedos y allí surgen los lazos, esos que se alimentan de marchas, de arengas, de largas reuniones, de reclamos, de impotencia. Estamos resistiendo con todo lo que tenemos y allí, en medio de todo y de tanto, encontramos un hogar que nos acoge: El arte y la cultura son nuestros mejores canales de protesta; la política peruana desde hace muchas dictaduras atrás nos ha empujado a cuestionar y reclamar desde todos los espacios: Artistas escénicxs usando sus cuerpas y sus voces como instrumento de lucha, el teatro siempre como un hermoso aliado para denunciar y cuestionar a la sociedad civil y al Estado, músicxs que apuestan por la diversidad sexual y resisten con su voz, escritorxs y poetas, mujeres/hombres/pgnbs organizadxs y luchando. El artivismo y todas sus manifestaciones llenan al Perú de esperanza, de ganas, de energía, porque seguiremos buscando incansablemente a las que nos arrebataron y en el camino encontraremos nuevas formas de reconstruir/nos.
Cuando matan a una de las nuestras, florecen miles más.
**Este artículo fue escrito originalmente en julio 2017 con el reciente nombramiento de Choquehuanca.
El artículo también fue publicado en InfoGai.