top of page

Las niñas no sudan, no corren y no se ensucian

Los patrones de la sociedad marcan que mujeres y hombres adopten roles de géneros establecidos. Por ejemplo, en países occidentales, se espera que los hombres sean fuertes, independientes y atléticos, mientras que las mujeres deben ser tranquilas, obedientes, silenciosas y atractivas. Si bien los roles tradicionales de género se han mantenido constantes desde hace siglos, también fueron – y siguen siendo – confrontados por el movimiento feminista. Uno de los campos de batalla es el deporte.

Con el movimiento feminista, los estereotipos de género tradicionales para las mujeres empezaron a transformarse. Las ideas de que las niñas no sudan, no corren y no se ensucian, comenzaron a ser desafiadas y cuestionadas sobre el hecho de ser mujer y femenina. En la década de los 30, Mildred Babe Didrikson marca un hito, demostrando que las mujeres podían participar con éxito en el atletismo competitivo (así como en el basquetbol, baseball y golf). En los 60 y 70, el movimiento de mujeres creó nuevas actitudes y exigió igualdad de oportunidades, así como un mayor financiamiento e instalaciones para las mujeres en los deportes. Fue en ese momento que Billie Jean King derrotó a Bobby Riggs, un ex campeón de varones, en un partido de tenis llamado la Batalla de los Sexos.

La capacidad de las mujeres para desafiar barreras sexistas y restrictivas en cuanto a apariencia física, capacidad atlética y su participación en prácticas deportivas, es evidente. Sin embargo, muchos estereotipos tradicionales femeninos aún prevalecen. Nuestra sociedad es educada para pensar en los deportes en términos de género. A los hombres, se les alienta a participar en deportes competitivos y ciertamente agresivos ; mientras que las mujeres son orientadas hacia actividades individuales y estéticamente agradables.

El número de niñas y mujeres participando en ‘deportes masculinos tradicionales’ ha aumentado. Cada vez son más las niñas y mujeres que practican el fútbol recreativo y competitivo, el boxeo, otros deportes de contacto y prácticas extremas (llamados deportes X).

Un factor que puede contribuir a esta tendencia es que una definición más amplia de feminidad esté comenzando a evolucionar como resultado de los desafíos a los estereotipos de género tradicionales. Una definición más amplia permite una mayor libertad en la capacidad de las mujeres para reclamar sus propias definiciones de feminidad y femineidad. Un segundo factor puede ser que la presencia de mujeres en este tipo de deportes ayuda a romper las orientaciones masculinas de ciertas prácticas deportivas, dando así a las niñas y mujeres el valor y la estima para participar en una mayor gama de deportes y actividades físicas.

Hombres y mujeres en una sola cancha

La asociación Hêbê (Bruselas, Bélgica) fue creada hace diez años, por un grupo de ex - practicantes de la Comisión Europea. Entre los diversos programas desarrollados por la asociación, resalta su Liga de Fútbol. Unos 700 jugadores participan en los partidos cada semana, entre ellas 150 son mujeres.

Foto: https://www.facebook.com/AlysontPhotographie/

La Liga tiene dos reglas particulares, cada equipo debe contar con jugadores de ambos sexos en el terreno de juego en todo momento, y, un gol marcado por una jugadora cuenta como doble. “La liga siempre fue mixta. La idea fue de integrar las mujeres en el campo de juego pero no fue fácil encontrar un mecanismo que permita integrarlas. Una integrante propuso el mecanismo del gol que valdría doble. Fue una medida controversial, habían miembros en contra; pero se decidió desde el primer campeonato lanzar la regla de equipo mixto durante todo el tiempo de juego y el gol marcado por una jugadora, valía doble” explica Jean-Paul Judson, secretario general de la asociación. “La regla aportó que cada equipo no solo sea integrado por una mujer sino llevó a remarcar el rol importante de las jugadoras en el equipo. Si tienes una jugadora muy buena, el equipo tendrá mayor oportunidad de marcar. Esto permite equilibrar el nivel entre hombres y mujeres en la cancha, impulsando a tener un juego de equipo, involucrando a las mujeres y no solo considerarlas como un peón en el partido”.

Luego de diez años de aplicar la regla, a este punto del partido, ¿es aún necesaria?, el punto de vista de dos jugadoras

Alison Vanovereem (jugadora de la liga desde hace 4 años) “me encanta jugar en un equipo mixto. Es intenso y sobre todo me encanta la idea de romper estereotipos. Una mujer no es frágil y podemos correr tanto o incluso más rápido que un varón. Me gustan los desafíos y estoy orgullosa de participar en el único campeonato de futbol mixto de Bruselas. Llegué de casualidad sin haber jugado antes. No sabía ubicarme en el terreno, lo aprendí mientras jugaba porque quería ser tomado en serio, entonces me esforcé mucho para que los hombres me vean como un peligro en el terreno y no solo porque un gol mío vale doble, sino porque soy buena. Para mí, este campeonato, es mi línea activista”

Sobre la regla del gol doble: "Es discriminación positiva y un mecanismo contra productivo. Es mi punto de vista moral. Además, los equipos tienen tendencia a poner a la jugadora en rol de atacante. En mi caso, soy mejor defensora. ¿Esto qué significa ? ¿Qué si detengo el balón, el equipo tendrá dos puntos menos ? No todas las jugadoras soñamos con ser atacante en la cancha de juego."

¿Qué se puede hacer?: "Hay que educar en temas de género y sensibilizar a los hombres a jugar con mujeres. Porque se ve en el terreno que los varones no pasarán el balón bajo la idea de que la jugadora ‘no sabe jugar’. En Bélgica, no se alienta el fútbol femenino, es un deporte estereotipado y no es fácil encontrar buenas jugadoras."

Fanny Tissier (jugadora de la liga desde hace 6 años) “Me encanta porque así podemos jugar entre amigos sin exclusión y se trata igual a las mujeres y a los hombres. Nunca me he sentido cómoda con los deportes que separan hombres y mujeres. Siempre me ha parecido injusto. Un equipo de futbol mixto es como un símbolo de la igualdad entre los géneros”

Sobre la regla del gol doble: "Por principio, no me gusta cualquier forma de discriminación positiva: es algo que diferencia las mujeres de los hombres. Además, podría distorsionar el juego de futbol. Normalmente el futbol es un deporte colectivo donde uno tiene que saber posicionarse, moverse, etc. Con esta regla la mujer está excluida del juego colectivo porque la utilizan para hacer goles. Esto no ocurre siempre, y he visto las cosas cambiar incluso en mi equipo pero veo que muchos equipos funcionan así. Sin embargo, si esta regla no existiera, las mujeres solo jugarían para cumplir con la obligación de tener al menos una mujer en el terreno. No tocarían el balón o muy poco."

¿Qué se puede hacer?: "Habría que comunicar más el objetivo inicial de la liga Hebe, que es promover la igualdad de géneros, para que los equipos también tengan consciencia de que la Hêbê no es solo para jugar futbol sino también para defender valores y cumplir con ellos. Prefiero una igualdad (teorética) perfecta y saber que si mi equipo me pasa el balón y me incluye como cualquier otro jugador es porque también cree que hay algo que promover."

De acuerdo con Jean-Paul Judson cuando se tiene una oferta de fútbol, hay una demanda muy alta de hombres pero baja de mujeres. Desde un punto de vista de interés por el fútbol, el porcentaje masculino es mayor. Esto significa que es más difícil para los equipos atraer a mujeres a jugar los domingos que a los hombres. Si eliminamos la regla, seguiremos teniendo un cierto número de jugadoras participantes pero aquellas con un nivel de fútbol más bajo jugarían menos o no se inscribirían. El espíritu es de valorizar las minorías, en este caso, la minoría son las mujeres que vienen a jugar en una liga de fútbol con hombres”.

La división de deportes en líneas masculinas y femeninas alienta y permite a las mujeres a aceptar los límites físicos que se les ha asignado en términos de género. En este sentido, equipos mixtos en deportes tan estereotipados en género como en el caso del futbol sirven como estrategias para involucrar la participación femenina. Sin embargo no son tácticas simples de aplicar frente a la desigualdad de género - paralela a la naturaleza patriarcal de la sociedad y el deporte-. Dichas estrategias deben ir de la mano con otras herramientas que alienten a niñas y mujeres a involucrarse en los deportes en todos los niveles (es decir, como atleta, entrenadora, arbitro, voluntaria).

bottom of page